Taaaaaaaaaaanto ha llovido que la cosecha me está saliendo de maravilla. Yo no entiendo muy bien porqué la gente se queja tanto cuando llueve, que hasta le llama mal tiempo. Que si, que el solete mola y las cosas cuando se mojan se arrugan pero el agua es alegría y si no que se lo pregunten a los que tienen huerto, a los que venden paraguas, a Gene Kelly en «Cantando bajo la lluvia» o a mis flores, que ya se que parecen galletas decoradas, de esas que se hacen en el horno (calentito) , que te dejan la casa con un aroma a vainilla reconfortante, pero no, son flores, de esas de las que «el que siembra recoge» y además tienen una dedicatoria muy especial. Sigue leyendo

Con estas galletas decoradas, hoy quiero hacerle un homenaje a toda una industria casera, El Ganchillo. Ya os he contado en alguna ocasión que además de la repostería, mi otra pasión es el patchwork. Entre las telas y el azúcar es donde realmente disfruto. Cuando descubrí la decoración de estas galletas simulando al ganchillo o rejilla, me quedé prendada. Sigue leyendo

Sin ninguna duda estas galletas de chocolate me han traicionado. Nunca imaginé que me costaría tanto ¡TANTO! elegir que fotos subir al post, así que os tengo que pedir comprensión si encontrais demasiadas fotos en este post, o mejor tendría que haber montado un mini concurso para que ma ayudarais a elegir la foto que mas os guste, aunque pensándolo bien aun estamos a tiempo. Venga va, empezando de arriba a abajo, numeramos las fotos de la 1 a la 9 y deja un comentario en el post diciendo cual es la foto que más te gusta. Hasta el 1 de Noviembre, entre la foto más votada y si llegamos a participar al menos 25 personas distintas, sortearé un set de 101 cortantes de Wilton como este. Sigue leyendo

Hoy le toca el turno a las galletas decoradas. No os podeis imaginar lo que se disfruta haciendo y decorando galletas. ¡Es una pasada! En esta ocasión las he hecho de vainilla, pero las podemos hacer de muchos sabores. Por otro lado están las formas de los moldes o cortapastas, todo un océano en el que bucear.
A ver si el verano se decide de una vez a despedirse y llega el otoño en el que empieza a apetecer encender el horno. Como me gustan esos dias lluviosos, con los cristales de las ventanas empañados y el horno encendido, llenando la casa de ese dulce aroma… mmmmmmmmmmmmmmm Sigue leyendo