Tch! Tch! ¿Se puede?

Dicen que la felicidad se contagia, que hay que tratar de ser felices como un niño. El otro día leí, no recuerdo bien en que muro, «Intenta que el niño que fuiste nunca se avergüence del adulto que eres» y de eso va este post.

Arranco 2013 subida en una nube, como Heidi y es que ahora que está de moda ser pesimista, yo te propongo llenar tu cocina y tu casa de nubes y nubes de azúcar, gelatina y mucho optimismo.

Hoy vamos a aterrizar con un clásico en Hoja de Menta, Tarta de queso con arándanos. Y es que todo no va a ser fondant y colorantes, ya sabéis que tamién me gusta (y además creo que es la base de todo) las recetas más tradicionales. Desde que estoy en España, esta tarta es quizás de las que más he probado en casa de mi querida Pilar, la madre de mi marido. (Como odio la palabra suegra). Aunque hemos de decir que la receta la trajo mi también querida Concha, la mamá de Taro, todo queda en casa. El caso es que la receta original (la de Concha) es con gelatina de limón y ella introduce la galleta en el horno. A mi me gusta un poquito más esta que os traigo hoy, pero todo es cuestión de gustos.

Mucha gente se pregunta como hacer fondant en casa. Una cosa parece clara, el fondant está de moda. La espectacularidad de una tarta decorada con fondant es innegable y en las pastelerías empieza a asomar una repostería importada de Estados Unidos que consigue transformar en tarta casi cualquier cosa. Para decorar una tarta con fondant puedes optar por comprarlo ya hecho o hacer tu misma la masa.